Garrincha nació el 28 de octubre de 1933 en Río de Janeiro (Brasil).

Hijo de Amaro Francisco y María Carolina Dos Santos. Alguno de sus hermanos lo bautizó Garrincha, que es el nombre de un pajarito inútil y feo.

Cuando empezó a jugar al fútbol los médicos diagnosticaron que nunca llegará a ser un deportista debido a la poliomelitis, una columna vertebral hecha una S y las dos piernas torcidas para el mismo lado. Fue operado siendo niño para curarle el defecto en las piernas pero no quedó bien.


Aprendió a jugar al fútbol en la playa y la curvatura de sus piernas le permitió crear un regate imparable: amagaba hacia el interior del campo y se escapaba por la derecha.

Su carrera está asociada a la camiseta con el número siete del Botafogo, aunque también jugó en el Corinthians y en el Flamengo. Tomó parte en los Mundiales. Disputó los de Suecia en 1958, Chile en 1962 e Inglaterra en 1966, ganando los dos primeros. En el de Suecia empezó como suplente, al igual que otro adolescente llamado Pelé, pero tras el empate a cero del segundo encuentro, frente a Inglaterra, los propios jugadores exigieron la titularidad de ambos.

La delantera de Brasil pasó a ser una de las mejores de la historia del fútbol: Garrincha, Didí, Vavá, Pelé y Zagalo. En la final (5-2 frente a Suecia), Garrincha y Pelé ofrecieron un recital inolvidable. Cuatro años después, con Pelé lesionado desde el segundo encuentro, Brasil volvió a ganar el Mundial, basándose en el espléndido momento de Garrincha, que además consiguió cuatro goles, y de Vavá. En el de Inglaterra sólo jugó dos partidos y consiguió un gol.

Se retiró del fútbol en 1982 aunque algunos expertos del deporte señalan que el último gran partido del verdadero Mané Garrincha lo jugó en la final de la liga carioca en 1962, cuando el Botafogo le ganó 3 a 0 al Flamengo con dos goles del renombrado jugador.


Garrincha falleció en Río de Janeiro el 20 de enero de 1983 en la miseria, enfermo y alcoholizado. *buscabiografias.com

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