Siglos atrás, la práctica sexual de los súbditos ingleses estaba estrictamente regulada por la Corona. Cuando la gente quería tener un hijo debían solicitar un permiso al monarca, quien les entregaba una placa que debían colgar en la puerta de su casa mientras tenían relaciones. La placa decía "Fornication Under Consent of the King" (F.U.C.K.). Por varias razones no parece muy fiable lo anterior, parecen más fiables otros estudios sobre el asunto que dicen que la raíz de la palabra es germánica. Tiene el mismo ancestro que otros lenguajes europeos: Holanda "fokken", Noruego "fukka", y Sueco "focka"
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