Ruhollah ibn Mostafa Musavi Khomeini
Sayed Ruholá Musaví Jomeiní
Ruhollah Jomeiní
Ruhollah Jomeini
Ruhollah Hendí
Revolucionario y religioso iraní
Ruhollah Jomeiní nació el 17 de mayo de 1900 en la ciudad de Khomein, cerca de la ciudad santa de Isfahán, en el seno de una familia profundamente religiosa de la estirpe del profeta Mahoma.
Su padre, Mustafá, ayatolá chií, murió a los 42 años a manos de los esbirros de un señor feudal, Mozafaredín, cuando Jomeiní contaba cinco meses de edad. A los quince años murió su madre y, casi al mismo tiempo, una anciana tía adorada por el joven Ruholá que lo crio de niño.
Tras realizar estudios primarios en su ciudad de origen, Jomeiní mostró desde entonces inclinación por los estudios religiosos islámicos, en los que muy pronto destacó junto al gran ayatolá Abdul Heri, con quien en 1922 se trasladó a Qom.
Enseñó filosofía después de concluir sus estudios islámicos, teniendo el Corán como único credo político. En 1962 accedió a la jefatura de la comunidad chií de Irán. Reconocido como un crítico destacado de la dinastía Pahlaví, en 1963 fue arrestado tras oponerse a las medidas liberalizadoras.
Jomeiní dio a sus seguidores, bajo el manto del islam chií actualizado, la fe, la confianza y la voluntad militante de luchar contra el sha, encarnación material y próxima de Satán para el anciano ayatolá. Se exilió primero en Turquía y después en Irak. Fue expulsado y viajó a Francia, instalándose en Neauphle-le-Château en octubre de 1978, cerca de París, donde continuó su campaña contra el régimen del sha Reza Pahlaví. Un año antes, murió en Irak su hijo Mustafá en circunstancias misteriosas. Fue llamado ayatolá "regalo de Dios", título honorífico de los jefes religiosos chiíes.
En 1979 regresó a Irán tras la huida del sha y presidió la Revolución Islámica. En noviembre de 1979 se produjo el asalto a la embajada estadounidense en Teherán y la retención de 53 funcionarios estadounidenses como rehenes. Tras aprobarse la nueva Constitución de la República Islámica de Irán en 1979, fue convertido en el supremo líder político y religioso de forma vitalicia.
Su voluntad de poder se vio siempre unida a una frialdad implacable hacia aquellos que consideraba enemigos del islam, a quienes no dudaba en mandar al patíbulo. Para lograrlo, contó siempre con colaboradores totalmente fieles como Asadollah Lajevardí, durante años jefe de la cárcel de Evín, en Teherán, donde miles de opositores muyahidines, comunistas y fedayines desfilaron ante los piquetes de ejecución. Como el ayatolá Guilaní, que no dudó un ápice en mandar fusilar a dos de sus hijos enfrentados al sistema. Edificó un régimen republicano islámico, libró una guerra de ocho años contra Irak y desafió al mundo con una política inquietante. Su régimen apoyaba a grupos terroristas y la propagación de las creencias radicales fundamentalistas islámicas.
Jomeiní falleció en Teherán, Irán, el 3 de junio de 1989 a consecuencia de un paro cardíaco que se produjo tras una intervención realizada para detener una hemorragia gástrica. Su funeral dio lugar a una manifestación de varios millones de personas. Su cuerpo descansa en un mausoleo construido exclusivamente para él en el sur de Teherán.
Líder Supremo de Irán
3 de diciembre de 1979 – 3 de junio de 1989
Predecesor
Mohammad Reza Pahlaví (sha de Persia)
Sucesor
Alí Jameneí