Se cuenta que en cierta ocasión Albert Einstein se encontró en los pasillos de la Universidad con un estudiante que le pidió una explicación rápida de la Teoría de la Relatividad. Einstein le dio una sucinta explicación. -No comprendo una palabra- dijo el estudiante una vez que Einstein terminó. Entonces el físico volvió a explicarle más sencillamente su teoría. Una vez que hubo terminado, el estudiante seguía sin entender. Nuevamente da otra explicación tratando de hacerla aún más sencilla. -¡Por fin!, ahora sí la he comprendido- exclamó el estudiante -Pero ahora esto ya no es la Teoría de la Relatividad- repuso Einstein.
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