El amor es una enfermedad inevitable, dolorosa y fortuita. ...
Nuestro corazón tiene la edad de aquellos que ama ...
El deseo nos fuerza a amar lo que nos hará sufrir. ...
El escritor francés Marcel Proust trabajaba hasta altas horas de la madrugada, acostándose hacia las ocho de la mañana y durmiendo al parecer, completamente vestido, incluso con los guantes puestos, como correspondía a un friolero compulsivo que, por ejemplo, con ocasión de la boda de su hermano, apareció abrigado con tres abrigos, varias bufandas y protección especial para el pecho. Proust era además un hipocondríaco impenitente y extremadamente sensible a los ruidos y a los olores. Po ...
Se dice que Marcel Proust regresó cierto día a su pueblo natal y, como cuando era pequeño, pidió magdalenas para desayunar. Cuando iba a comer la primera magdalena, el aroma y sabor de esta pasta le evocaron esos recuerdos de su infancia que parecían olvidados. Parece ser que este fue el motivo que lo impulsó a escribir À la recherche du temps perdu. Proust sentía un cariño casi enfermizo por su madre. Se dice que su última palabra fue "madre". ...
© buscabiografias, 1999-2024