Ferruccio Lamborghini se dedicó a comprar sobrantes de vehículos militares para convertirlos en maquinaria agrícola. En 1960, era el tercer industrial italiano en este sector. Se dice que decidió fabricar automóviles deportivos para competir con Ferrari, de quien era buen cliente, después de discutir con Enzo Ferrari. Tenía entonces cuatro Ferraris "sólo me creaban problemas, un día, ya harto de mandarlos al taller llamé a Enzo para decirle que sus coches eran pura basura. Y me contestó que un fabricante de tractores no podía entender sus autos". En 1964 Lamborghini construyó trece de sus nuevos 350 GT; en 1967, la producción ya había alcanzado las 141 unidades. De ese modelo se derivaron el 400 GT y el fabuloso Miura, que iba a ser el rival directo del Ferrari Daytona.
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