Varias cuentas corrientes, oro, bienes inmuebles en Roma y 150 hectáreas de bosque en la isla siciliana de Pantelleria forman parte del patrimonio que la familia del exdictador libio Muamar Gadafi poseía en el país y que la Guardia de Finanza italiana ha secuestrado. Además se han congelado las acciones que el entorno del coronel aún controlaba en la banca Unicredit, Fiat, la Juventus de Turín y Eni. En total más de 1.100 millones de euros en inversiones de la familia del dictador en Italia. El secuestro de los activos se produce después de que el Tribunal Penal Internacional de La Haya emitiera, junto con una orden de detención internacional, una solicitud de identificación de los bienes del líder libio (que murió a manos de los rebeldes), su hijo Saif Al Islam y el jefe de los servicios secretos, Abdullah Al Senussi, acusados de crímenes contra la Humanidad. Los bienes incautados ya habían sido congelados después de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y del Consejo de la UE en el que solicitaron a la Comunidad Internacional que bloqueasen todos los recursos económicos pertenecientes a Gadafi o a personas de su entorno.
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