En 1957, adquirió una de las residencias más famosas del mundo: Graceland, con sus 18 habitaciones y un espectacular jardín.
En la propiedad que ha recibido casi 20 millones de visitantes, el cantante mandó construir un gallinero en ella, donde Gladys, su madre, daba de comer a sus animales. La mansión, decorada por George Golden con una mezcla de estilos recargados ejerce una gran atracción sobre sus fans, y cuando todavía Elvis vivía ahí, ya peregrinaban hasta sus puertas seguidores como el famosísimo Bruce Springsteen que en 1976, mientras estaba de gira presentando Born To Run, se le ocurrió parar en Graceland a las tres de la mañana y tras escalar sus muros, corrió hacia la puerta principal y justo cuando iba a llamar al timbre apareció un miembro de la seguridad que lo detuvo, o como el célebre cantante y pianista Jerry Lee Lewis, que armado con una pistola Derringer cargada, se plantó en la puerta de Graceland en noviembre de ese mismo año gritando que quería matar al Rey.
Priscilla Presley, su ex esposa, declaró: "Cada vez que voy para allá, tengo la sensación de que Elvis va a bajar por las escaleras en cualquier momento" es su espíritu, y no sólo la historia de la música, lo que mantiene constante el flujo de multitudes a Graceland. Los turistas pasan junto a las tumbas de Elvis, su madre, su padre y su abuela. El parque que rodea la tumba, adornado con flores, incluye una fuente. La propiedad de 4,45 hectáreas (11 acres) está rodeada de majestuosos árboles y una arquitectura paisajista que incluye coloridas luces que iluminan la mansión de noche.
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